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sábado, 20 de octubre de 2012

Capítulo 12


-          ¡Hola Laura! Hace tiempo que no te veía, ¿Qué tal todo?- fue lo que Alex, que todavía no sabía quién era, dijo- ¡Hola a ti también Sofía!

Ahora me acordaba, Alex tiene 21 años y es el profesor particular de Laura en física y química. Él está a estudiar magisterio para poder ser profesor de matemáticas de infantil y juvenil. Pero para ganar algo de dinero, da clases particulares de matemáticas, física y química.

-          Hola Alex- fue lo que dije yo, ya que Laura no decía nada, solo seguía con la boca abierta.

-          ¡Siguiente!- gritó el camarero detrás de la barra. Sabía que era nuestro turno y no sabía cómo decirlo.

-          Bueno Alex nosotras te dejamos, que es nuestro turno- dije moviendo a Laura para que pidiera ella antes que yo y así pudiera pagar yo todo más tranquila.

Después de pedir ella un yogur helado mediano de yogur natural con fresas y kiwi y yo mediano de chocolate y nata con lacasitos y oreo, nos fuimos de la yogurtería camino de unos bancos en la plaza donde el ayuntamiento de la ciudad se alzaba. Encontramos uno en la sombra donde nos sentamos al vuelo, ya que no queríamos sentarnos al sol, por el calor que estaba haciendo en la calle en estos momentos.

-          ¿Qué te ha pasado con Alex, para que estuvieras así?- le pregunté a Laura ya que quería saberlo todo.

-          Nada, es mi profesor particular de química y física. Lo que pasa es que me parece muy guapo- me respondió Laura muy sonrojada por lo que me acababa de contar- me empezó a gustar después de unos meses de empezar a darme clases. Fue un flechazo, un día vino a mi casa muy dispuesto a hablar de las notas y sobre los profesores, porque daba la casualidad de que fue al mismo instituto que nosotras, pero no nos dimos ni cuenta- continuó comentándome y yo seguía atenta a todo lo que me estaba a decir, mientras me tomaba el helado poco a poco- como nos quedamos solos, no sé cómo pasó. Puse música para estar más relajados y una cosa llevó a otra que empecé a verle diferente, con diferentes ojos y ahora cada vez que me da clase, me pongo muy nerviosa.

-          Pues chica, díselo a él. A lo mejor le gustas a Alex y estás así por no saber si él siento lo mismo que tú- le dije ya que no sabía que más decir en esa situación.

Terminamos el yogur helado, tiramos la tarina en la papelera más cercana, fuimos caminando por la calle peatonal. Entramos en una tienda de 2º mano y miré a ver si tenían algún manga que no tenía todavía, pero no, solo tenían los que ya tenía; así que salimos enseguida de allí, porque a Laura los mangas no le gustaban mucho.

Entramos luego en una tienda de chucherías para comprar unas cuantas chucherías, sin pasarnos ya que sino luego no tendríamos hambre a la hora de cenar. Como todavía no teníamos sed, nos fuimos a ver los puestos que estaban puestos en los Jardines que había cerca de donde nos encontrábamos. Había puestos de todo tipo, desde puestos de cosas recicladas a puestos de ropa de seda. Eran un sinfín de puestos, de todos los lugares del mundo. Me paré en el que ponía Nueva York, allí encontré un bolso que no me parecía muy feo, así que le pedí que me lo dejara ver. La voz del chico era más bien de sudamericano que de neoyorkino, pero igualmente pedí el bolso para verlo. A Laura también le gustó, pero era demasiado grande para mi gusto, así que lo devolví dando las gracias por habérmelo dejado ver.

El resto de puestos eran de diferentes partes del mundo. Había uno de Ecuador, donde tenían peluches de los pitufos, pregunté si tenían de la chica, de la pitufina, pero no, solo tenían del pitufo normal y corriente; no compré ninguno, porque ya lo tenía.

-          Huele muy fuerte- me dijo Laura tapándose la nariz con la mano izquierda- acabemos de ver los puestos de este lado y luego continuaremos por el otro, para no oler esto.

Asentí, ya que a mí el olor también me estaba a marear un poco. Encontramos un puesto muy peculiar de chucherías  naturales, pero no compramos ninguna. Luego nos tocaba ver la feria del libro antiguo y de ocasión, pero como a mí el olor a viejo me daban un poco de alergia, nos dimos media vuelta y volvimos por donde habíamos venido a tomar algo de beber en nuestra cafetería favorita para las tardes de otoño e invierno.

-          ¿Qué vas a pedir?- le pregunté a Laura mientras sacaba fotos de los diferentes puestos.

-          Ya sabes lo que voy a tomar, lo de siempre. A ver si te enteras de una vez- empezó a correr, en señal de que quería hacer una mini carrera hasta llegar a la cafetería.

Corrí lo más rápido que pude, pero como llevaba en la mano una cámara buena y no quería que se me estropeara, dejé que Laura me ganara.

Cogimos una mesa cerca de la pared y esperamos a que un camarero nos atendiera. Reconocí algunos de los que trabajaban, porque cuando tenía que preguntarles por Carlos o Rubén hacían que no me escuchaban, aunque en verdad sí que me escuchaban. Pedimos lo que nos apetecía tomar, como pedí un chocolate mediano con nata, le pedí que en vez de traérmelo en una taza si me lo podía traer como si fuera para llevar y dijo que si sin problemas.

-          Vamos a ver una cosa Sofía, ¿crees que Alex se podrá fijar en mí? – me preguntó tan de repente que no supe que contestar- pienso que él puede tener ya novia o que esté enamorado de otra.

-          Gracias- le dije al camarero cuando nos trajo las cosas- si es tan amable de traernos la cuenta, nos haría un favor.

El camarero asintió y dijo que la traería cuando pudiera. Cogí la cuchara y empecé a tomar la nata a cucharadas pequeñas mientras pensaba que responderle a Laura por lo que me había preguntado unos segundos antes.

-          Sofía, yo te ayude con lo del otro día cubriéndote de tus padres cuando saliste con Rubén y me lo debes- pensé que nunca lo iba a mencionar, pero me equivoqué.

-          Vale, te ayudaré. Dime qué quieres que haga y lo haré.

-          Pues es muy sencillo, lo tengo agregado al Tuenti, donde de vez en cuando hablamos de física y química. Como sé que tú te sabes mi correo y mi contraseña, te pediría que te metieras con mis datos y empezaras hablar con él hasta sacarle algo- me comentó, no me parecía muy buena idea eso. Así que le propuse yo otra cosa.

Lo que le propuse es que como él me conocía de oídas y de haberme visto alguna que otra vez en tu casa después de la clase, que le enviara yo una petición de amistad y así me sentiría más a gusto hablando con él de todo eso e investigando como si fuera una detective privado que no cobrara con dinero, pero si con chantajes. Le pareció mejor mi idea que la suya, ya que así ella podría estar hablando conmigo mientras la investigación se desarrollaba, el problema era que esto podía tardar mucho tiempo. Pero empecé ahora con la investigación, a través de la Blackberry me metí en el Tuenti y le envié a Alex una petición de amistad para ir empezando cuanto antes.

Se me iba a quedar frió el chocolate con nata por culpa de tanta charla, así que volví a coger la cuchara y continué tomándolo, esta vez con cucharadas más grandes. Como lo de Laura era frió, no le importaba seguir hablando, así el hielo se derretía antes para poder tomarlo mejor.

Le saqué una foto a Laura mientras tomaba la bebida, lo mismo hizo ella conmigo, pero lo peor fue que me la sacó con un bigotito de nata pequeño, salía graciosa y todo en la foto; así que no la borré. Nos sacamos en ese rato que estuvimos en la cafetería como unas 30 ó más fotos en diferentes posiciones, juntas, con las bebidas por la mitad,…. En definitiva, que la tarde estaba resultando my bien y me estaba a divertir con ella como lo hacía hace tiempo cuando salíamos juntas sin nadie más.

Miré el reloj, eran las 8 en punto, pero no teníamos todavía hambre, caminamos por la calle hasta llegar a la plaza donde entramos en una tienda que era librería, tienda de electrónica, de música, de películas y de videojuegos. Fui directa a la sección infantil y juvenil, pero estaba en otro lugar ahora, así que nos llevó un rato encontrar la ubicación actual. Nos pusimos a ver libros cuando la encontramos, no había ninguno que me llamara la atención y los únicos que me llamaban la atención, ya los había leído por lo menos 1 vez en mi vida.

Laura cogió para ojear la 2º Parte de Canciones Para Paula que se titula: ¿Sabes que te quiero? Y que yo ya había leído nada más salir a la venta, le gustó mucho también como empezaba esta parte, como no llevaba dinero en mano, solo lo justo por si tenía que volver a casa en taxi, no se lo compró; esperaría a ir un día con su madre y que ella se lo comprara.

Mire las películas que había después de mirar libros (aunque yo nunca me compro ningún Dvd original, lo que hago es ver títulos, apuntarlos en mi libreta y luego descargarlas en casa); vi que tenían a la venta una de mis películas favoritas de todos los tiempos, casi lloro de la emoción, porque esa película en castellano no estaba y verla en una tienda en España me llenaba de felicidad, aunque fuera solo un poco.

-          ¿Qué pasa Sofía?- me preguntó Laura preocupada cuando vio que se me caían unas lágrimas por mis mejillas sonrojadas.

-          Pues lo que pasa es que acabo de ver a la venta una de mis películas favoritas y es que se he ha hecho raro, ya que esa película no la hay en castellano- le respondí secándome las lágrimas.

Mi móvil pitó, era un mensaje en el Tuenti, cuando vi que era de Alex, a Laura se le dibujó una cálida sonrisa en su cara. Me decía que me agregaba por ser amiga de Laura y no por mucho más.

-          Una cosa que podemos tachar de la investigación, ahora ya podemos poner en marcha la 2º parte del plan- asentí, como allí íbamos a estar raras chateando por la Blackberry, salimos de la tienda y nos sentamos en uno de los bancos que había cerca de allí. Primero vi que eran las 9 menos cuarto y aun no teníamos hambre, así que podía empezar hablar con Alex sin problemas.

Yo: Hola Alex y gracias por aceptar mi petición de amistad.

Alex: Hola Sofía, solo te agregue por lo que te dije en el mensaje en tu perfil, por nada más.

Yo: Ya vi, ¿pero podemos hablar alguna vez por el chat?

Alex: Si que podemos, pero no te pases, que sino las demás chicas se pondrán celosas.

Me reí al igual que Laura con el último mensaje en el chat de Alex.

Yo: Que te quede una cosa clara, aunque hablemos bastante, nunca me gustarás, tengo novio y nunca lo dejaría por nada en este mundo.

Alex: Vale, podemos hablar pero con moderación, ya que cuando empiecen las clases, empezaré yo con las particulares de física y química. ¿Tú necesitarás?

Miré a Laura, que pena que se me diera bien física porque si no me podría él dar clases.

Yo: Voy por ciencias, pero se me da bien física. ¿Das clases de matemáticas? Es que la que me las daba en casa, se jubiló y ahora mis padres me están buscando un profesor para que me de matemáticas. Y así si algún día tengo alguna que otra duda en física te podría preguntar.

Alex: Si eso estaría bien, pero me tendrías que dar los datos de tus padres para poder llamarlos y así ver si me contratan o no de primera mano.

Le di los datos que estaba facilitando mi padre a la hora de buscar candidatas o candidatos para mis clases particulares de matemáticas. Se disculpó porque se tenía que desconectar y yo le dije que también me tenía que ir, así que no había problemas.

Laura y yo nos levantamos de donde estábamos sentadas, nos pusimos a caminar y a comentar lo que acababa de pasar.

-          Me gustaría saber cuándo tus padres elijan profesor de matemáticas particular, porque si eligen a Alex, tendremos la investigación más avanzada.

Mi móvil empezó a sonar cuando Alex y yo nos desconectamos a la vez del Tuenti. Cuando vi que eran mis padres, pude pensar que me llamaban por 3 cosas: La primera, que habían descubierto que el día que Laura me cubrió había pasado la noche con Rubén; la segunda cosa que pensé porque me podrían llamar era porque descubrieron que Jaime había cambiado la papeleta a la hora de la elección de los nuevos presidentes de la comunidad y la tercera y última cosa que se me pasó por la mente fue que me llamaban por lo de las clases de matemáticas, que ya habrían encontrado un profesor y me lo querían contar ya.

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