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viernes, 26 de octubre de 2012

Capítulo 13


Dudé en coger, hice que no escuchaba la primera vez, dejé que pusiera llamada perdida y a la 2º vez contesté sin dar tiempo a que sonara: Relax Me de Michael Buble feat Naturally 7.

-          Hola mamá- fue lo único que conseguí decir, mientras ponía los altavoces para que Laura también escuchara la conversación.

-          Tenemos un pequeño problema con lo de tu profesor particular de matemáticas. Tu padre no sabe a quién escoger, si a una profesora de 50 y pico años o a un chico de 21 años que nos acaba de llamar hace unos minutos. ¿A ti quien te apetecería como profesor particular?

Así que habían desechado a las demás candidatas y solo habían dejado a una mujer mayor y a un chico joven; daba la casualidad que ese chico joven era Alex.

-          Bueno, es mejor alguien joven, sobre todo si este conoce a mis profesores por haber ido al mismo instituto que yo hace unos años y ahora le da clases a Laura de física y química. Alguien joven tiene mayor experiencia de las cosas que me está enseñando, ya que hace poco que las ha estudiado y sobre todo porque si me toca a una profesora particular entrada ya en edad, estaría menos a gusto- paré un momento y respiré para poder continuar explicándole a mi madre- porque son gente con más problemas en la piel y en el cuerpo; eso haría que algún día por estar enferma, no vendría. Por eso elijo al profesor de 21 años.

-          Una gran explicación hija, pero esto que me acabas de decir cuando llegue tu padre a casa se lo comento y luego entre los dos, elegiremos a uno. Gracias por aportarnos tu ayuda en un problema para ti- me habló mi madre y cortó la llamada después de decirme que me lo pasara bien y que no hiciera nada raro.

Me reí con lo último que me dijo antes de cortar la llamada, Laura y yo estábamos contentas, sobre todo ella. Vimos que eran las 9 y media, mi tripa estaba a rugir, no era muy fuerte, pero entre ir a donde habíamos acordado cenar Laura y yo, pedir y todo el rollo, serían las 10 como mínimo.

Encontramos una mesa fuera, para estar más a gusto con la brisa que estaba haciendo en esos momentos de la noche. Un camarero ya mayor, nos trajo los menús, nos preguntó si queríamos algo de beber y como ninguna quería ninguna bebida en especial, pedimos una botella de agua fría grande para compartir. Miramos el menú mientras nos decimos lo que estaba bueno y lo que no. Al final cuando el camarero regresó con nuestra botella de agua y 2 vasos, pedimos; Laura pidió un plato combinado, compuesto de patatas fritas, arroz, huevos, salchichas y beicon; yo pedí otro plato combinado, pero no tan fuerte como el de ella; el mío consistía en patata fritas, jamón serano con queso fundido y un huevo. Sabía que me tocaría tomar el huevo de Laura, pero no me importaba mucho, ya que a mí me encantaban los huevos.

No tardaron mucho en traernos nuestros menús y eso lo agradecimos bastante, ya que así podíamos estar más tiempo comiendo que sin hacer nada.

Empecé a comer el huevo mojando las patatas fritas en la yema, Laura me pasó uno de los suyos para no tener problemas a la hora de comer su plato.

-          Tienes una manía rara con algunas comidas, que a veces no sé qué decir.

-          A ti te pasa con la fruta y la verdura, no pruebas nada de eso y es peor que lo mío- me dijo terminándome de echar en el plato el huevo que faltaba por echarme.

-          Pues mira, si soy carnívora me enorgullezco, ya que me encanta la carne, la pasta, el pescado al horno y los productos hortícolas como patatas o arroz- le corregí citado algunas de las comidas que me gustaban- también tomo algunas chucherías, pero de dulces no soy mucho.

-          Vale, eso quiere decir que de verdura y fruta no hablamos.

-          Si, tomo verdura en purés de verduras y frutas en zumos 100% naturales- le puntualicé otra vez- y esta comida está muy buena, ¿quieres probar el jamón serano con queso fundido por encima?

Asintió, le di un cachito pequeño para que probara y que con eso le bastaría para que me dijera que le parecía.

-          Baila en mi paladar, eso quiere decir, que está muy bueno, la próxima vez debería pedir tu plato combinado y no el tuyo.

-          Pero si pides el mío, de él solo te comerás el jamón con queso fundido y las patatas fritas, ya que quitarás el huevo porque no te gusta. Así que la próxima vez pide si quieres otro menú que tenga menos calorías como el que acabas de pedir. Si pidiera yo eso, moriría- le respondí, terminando de tomarme uno de los 3 huevos que tenía en el plato gracia a Laura.

Nos acordamos de cosas que habían pasado hace tiempo, de algunas que daban gracia y de otras que eran normales. La que más me hizo gracia de lo que recordamos fue la vez en la que Miranda la capitana del equipo de voleibol, se cayó mientras jugábamos un día  fuera en clase de gimnasia, como el suelo estaba un poco sucio y resbaladizo porque había estado lloviendo con anterioridad. La profesora nos dijo que tuviéramos cuidado de no resbalar mientras jugamos un partido chicos contra chicas de futbol, ya que en el pabellón deportivo donde solíamos hacer las clases estaba ocupado por los pequeños dando su clase. Miranda como odia un poco a Paula, le puso la zancadilla, con tan mala suerte que en vez de tirar a Paula al barro, se calló ella y se manchó toda de arriba abajo. También me reí porque cuando estábamos en las duchas,  mientras ella se duchaba,  le quitamos la ropa que se iba a poner luego y se la dimos a los chicos para que hicieran con ella lo que quisieran. Con el cabreo que tenía por nuestra culpa, dijo que no descansaría hasta vernos caer a todas a la vez, pero no le tuvimos miedo y seguimos sin tenerle miedo hoy en día. Tuvo que ir a clase con la ropa manchada de barro y súper mojada, ya que intentó primero limpiarla.

Nos preguntó el mismo camarero si queríamos tomar algo de postre, Laura y yo nos miramos, le dijimos que no, pero que gracias de todos modos. Le pedimos la cuenta, ya que sabíamos que como había bastante gente, tardaría un poco en traérnosla; pero no fue así, tardó poco en traerla. Mientras yo pagaba, Laura miró el reloj, eran las 11 menos cuarto; así que llamó a su madre a ver si le podía venir a recoger, dijo que a las 11 estaría en el principio de la calle peatonal esperándola con el coche, así qué después de dejar algo de propina al majo camarero, nos pusimos a caminar hasta donde su madre le esperaba. Mientras caminábamos, nos sacamos alguna que otra foto.

-          Mamá- dijo Laura cuando vi el coche de su madre y se estaba a montar en el asiento del copiloto.

-          Hola Sofía, ¿quieres que te acerquemos?- me preguntó la madre de mi mejor amiga.

-          Si no le es mucha molestia, se lo agradecería mucho- le respondí amablemente.

Me subí al coche, que se pudo en marcha enseguida, no tardamos mucho en llegar a mi casa, ya que estaba cerca de donde nos encontrábamos.

-          Sube las fotos- me dijo Laura mientras salía del coche.

-          No te preocupes, ahora cuando me ponga el pijama y le devuelva las vueltas a mi padre, las subo y te etiqueto. Gracias señora- fue lo que dije mientras corría hacia el portal.

Llamé al timbre, me abrió mi hermana (que raro que estuviera a estas horas en casa), subí en el ascensor hasta el 3º piso, donde la puerta de mi casa ya estaba abierta para que no tuviera que llamar al timbre.

-          Hola a todos- dije cerrando detrás de mí la puerta de la entrada- ya he vuelto.

-          Hola hija, vente a la cocina, que tu padre y yo te tenemos que decir una cosa respecto a lo de antes- me dijo mi madre, tragué la saliva y entré por la puerta de la cocina nerviosa- toma asiento.

Me senté en frente de mis padres, preparada para lo peor que pudiera pasar.

-          Tu madre y yo hemos estado hablando de lo de tus clases particulares de matemáticas para el curso que viene y hemos decidido que te de clases un chico que nos ha llamado hoy y que tiene 21, ya que la otra profesora ya mayor, solo sabía matemática y nada de física ni química. Como él nos dijo que te podía echar una mano cuando lo necesitaras en física no dudé en decirle que sí- me comentó mi padre, se dibujó una pequeña sonrisa en mi cara de felicidad y de satisfacción.

Salí de la cocina después de la charla y de devolverle las vueltas a mi padre, corriendo a mi habitación, donde cogí de golpe el portátil, abrí el Messenger y el Tuenti a ver donde podía pillar a Laura conectada para comentarle la gran noticia, la pillé conectada en el Tuenti, ya que empezó ella a decirle que subiera de una vez las fotos, pero le dije que antes me pondría el pijama y le contaría las novedades. Se alegró de saber que Alex sería uno de mis profesores particulares para el curso siguiente.

Me puse el pijama, me lavé los dientes, cogí la memoria de la cámara, la conecté al ordenador y me puse a subir y a etiquetar fotos al Tuenti.

Carlos: Hola Sofía.

Me sorprendió que Carlos me hablara con tanta normalidad después de lo que había pasado con anterioridad.

Carlos: ¿Qué haces mañana?

Yo: Pues ya he quedado con anterioridad, lo siento mucho.

Carlos: No pasa nada, es que me gustaría que alguien se quedara con Selene mientras yo iba al cine con mis amigos a ver una película que no le va a gustar a ella.

Yo: ¿Y cuál es? Si se puede saber.

Carlos: O Conan o Destino Final 5. Pero lo que tenemos que hacer es ver cuál de las 2 tiene más votos entre mis amigos y yo, la que tenga más es a la que vamos. Por el momento esta ganando Destino Final 5.

Yo: Si llevas a Selene te aseguro que votará por Destino Final 5 y así esa película ganará 1 voto más.

Carlos: No sé, pero se lo preguntaré a ella de todos modos. Gracias por la idea, adiós.

Yo: Un momento Carlos, eres mí mejor amigo y todavía no te he contado una cosa que me paso hace poco.

Carlos: Cuéntamela pronto, ya que me tengo que ir a cenar.

Yo: Hace unos días salí con Rubén, me tenía una sorpresa preparada, me llevó a un pazo que ahora esta reconvertido en hotel, allí nos dijimos Te Quiero en la piscina, fue un día muy especial para mí.

Carlos: Me alegro mucho, te tengo que dejar y ahora es verdad, adiós Sofía.

No me dio tiempo a despedirme, ya que cuando me iba a despedir, ya se había desconectado.

Como no tenía muchas cosas que hacer cogí mi diario y empecé a relatar la tarde de hoy y todo lo que iba a pasar en la investigación que iba a tener sobre Alex para Laura.

Diario, no sé porque ella no le dice a Alex todo lo que siente, si tiene miedo de que él no le corresponda, pues eso es de gallinas. Porque para saber si le gustas a un hombre, primero tienes que decirle tú lo que sientes por él a ver si así abre su corazón hacía ti o no.

Pero respeto su decisión, ya que a mí me pasó también una vez que por culpa de no decirle a un chico lo que sentía por él, se marchó con otra chica que fue más valiente que yo.

Necesito pensar en todo lo que voy hacer para la investigación que me ha pedido hacer Laura, nunca he hecho una y esta será la primera y espero que la última. Tengo un poco de miedo, ya que puede que Alex después no quiera volver a saber nada de mí después de todo lo que va a pasar.

Dejé a un lado el diario, me metí en Internet, busqué en Google maneras para investigar a chicos, encontré diferentes foros donde hablaban del tema, había muchas maneras y todas muy diferentes entre sí. Opté por ponerlas todas en un documento de Word, luego lo guardaría y al día siguiente, ya que era un poco tarde, iría con mi portátil al despacho de mi padre, a usar la impresora que era donde se encontraba.

Me metí en cama, no apagué la luz, ya que me quedé un poco leyendo Agua para Elefantes (ya sé que la película la interpreta Robert Pattinson, pero el libro está muy bien narrado y todo).

Cuando el joven Jacob pierde todo, su familia y su futuro, y el mundo entero parece al borde del abismo en los difíciles años treinta, se aventura en un circo ambulante para trabajar como veterinario. Transcurren años de penuria y crueldad, pero también de ensueño y plenitud, pues Jacob encuentra en el deslumbrante espectáculo de los hermanos Banzini la amistad, al amor de su vida y a la traviesa elefanta Rosie.

  Han transcurrido ya muchos años, pero Jacob no se resigna a la postración que el destino le depara. Con renovada valentía nos revelará un secreto impactante y decidirá emprender nuevas andanzas, cueste lo que cueste.

Dejé de lado el libro, me levanté derecha al baño a beber y a hacer mis necesidades antes de irme por fin a dormir ya que era la 1 y media y me moría de sueño. Guardé mi diario en un sitio seguro y lejos de la vista de la gente y sobre todo de la de mi hermana Ariel.

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